Y sigo extrañandote.

Son casi la 1:30 de la mañana. Curioso, no? Ya se esta volviendo una hora normal entre tu y yo. Mi cuarto, esta oscuro. Creo que mas oscuro de lo normal. Las sombras rondan sobre mi casita de muñecas, al rededor de uno de los cuadros que estan colgados en mi pared. Solo les sonrío, las saludo como si fueran cualquier persona. 

Te extraño, y no se porque. Hace aproximadamente 1 semana y media que te vi, y ya siento como si me hicieras toda la falta del mundo. Todo me falta.

Hoy la lluvia tuvo el placer de acompañarme durante todo el día. La observo desde mi ventana, y a ratos, hasta la siento corriendo en mis venas. Mis musculos me duelen, siento como si alguien estuviera aprentando mi espalda, no me puedo mover. 

Mis pies estan helados. Mi madre dice que parecen paletitas de cristal. Tal vez tenga razón. El aire frio del olvido me ha atacado, y se ha adueñado de mis pies. Busco con que cubrirme, pero al parecer, todo sigue igual.

Hoy vi una sombra tuya. No supe si eras tu, creí haberte visto. Claro, me ignoraste, ni si quiera un hola me dirigiste. En cambio, estabas perdido en el mundo de pura fantasía y hormonas masculinas. Como lo odio, de verdad. 

Sabes, tal vez tengo una salida para esto. No, no es confiable, pero es mi única esperanza.

Sigo aquí, son las 1:33 y si, sigo extrañando cada abrazo de ti, cada beso que venía de ti, cada risa. Y si, sigo extrañandote.