Entre risas te escondes, entre risa y risa.. te sientes en paz.
Es increíble como de un momento a otro las cosas pueden cambiar.
El como, al estar uno destrozado por dentro puede aun asi fingir como si no pasara nada.
Como artistas en una obra de teatro, los personajes principales de un cuento.
Conocemos una parte de el personaje, mas no todo completamente.
El escritor tiende a ser, en si, otro personaje de su cuento. O almenos, asi me pasa a mi.
Te llegas a meter tanto en el personaje que a veces llegas a olvidar quien eres.
Su físico se vuelve el tuyo, su personalidad se vuelve la tuya.
Y en un momento, ya no sabes ni si quiera quien eres.
Y apesar de todo, suelo encontrar una paz divina entre aquellas risas escondidas.
Ya sabes, de esos dias en donde te pasas unas cuantas horas tratando de escribir, sin cansarte de escuchar musica instrumental. Mis violines son los favoritos. No me canso de oirlos.
El simple hecho de escuchar como el sonido se va por el aire..el hecho de que la soledad de la habitación blanca me consume.. me trae una divina paz.
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