Han sido días de mala suerte.

Desde el fin de semana pasado, siendoles sincera, he tenido varios días lo que se dice PESIMOS.
Y estoy segura de que mucha de la gente que me conoce y pasa por aqui sabe eso. Y hasta ellos han pasado por cosas malas este fin de semana pasado.
Corazones rotos, peleas, miradas falsas, mentiras, engaños, migraña, tos y kleenex. De todo eso y mas fue este fin de semana.
No es por quejarme ni nada, mas.. de cierta forma me da tristeza.
Me da tristeza que mucha gente que no se merece que cosas malas le pasen, le pasan cosas malas. Feas. De esas que por lo menos yo, no se las desearía a nadie.
Y es chistoso como hasta los mas mínimos errores se convierten en problemas enormes, los cuales son los que llegan a afectarnos mas psicologicamente.
Hoy, sin embargo, al levantarme, alguien me hizo el día.
Yo se que sabe quien es. Una persona que fue, y sigue siendo muy importante para mí. Una persona que yo siempre tengo presente, un bonito recuerdo.
Me hizo sonreír el hecho que hasta la gente que menos me espero se mete a leer el blog. Es lindo saber que a muchas personas les interesa y gusta lo que escribo, ya que el sabado pasado, por una supuesta depresión que tenía juré que no iba a volver a escribir porque pense que siempre escribía de lo mismo y que mi blog aburría. Jaja, es curioso. Nunca los dejaría aquí abandonados en este barquito tan chiquito.
Solo.. gracias. Por ser mi tripulación invisible en este, mi Barco a Venus.