Hace ya muchos años, existió una muchacha llamada Zyanya, que vivía en la peqeña pero hermosa villa llamada Sol.
Esta vivía con su hermano menor, John. Todo era muy normal, hasta perfecto podrías decir. Cada día había días soleados, llenos de luz y felicidad.
Un día, algo muy extraño sucedió. Eran las 6 de la tarde, y empezó a nevar en la villa Sol. Era algo increíble, ya que era algo que pasaba raramente en un periodo de 10 años. Esto los sorprendio a todos, especialmente a Zyanya.
Pasaron los días, y no dejaba de nevar. Esto tenía muy preocupada a la villa, y mucha gente se empezaba a enfermar de los pulmones ya que no estaban acostumbrados al sol, e incluso muchos murieron.
Zyanya, Sofía y el peqeño John ya tenían planeado el irse de la villa Sol, ya no era seguro y probablemente tambien enfermarían. La noche antes de que se mudaran, John empezó a sentirse algo mareado, cansado. Tenía fiebre. Era un mal presentimiento.
A la mañana siguiente, John tenía una tos horrible, y aún tenía la fiebre. Tenía que encontrar una cura para eso, si no probablemente a la edad de 7 años, John moriría.
Zyanya, muy preocupada, fue a caminar por el pueblo, a ver si alguien podría aconsejarla de como podría atender a su hermano y si pudiera tratar de curarlo lo mas pronto posible. Encontró, casí a la frontera terminando el pueblo, una carpa alargada muy alta color rosa brillante, la cual colgaba misteriosamente. Entró sin darse cuenta a lo que se metía.
Al entrar, vio a una jovén que acomodaba un gran estante de libros a su alrededor. La carpa parecía una biblioteca, y a la vez un laboratorio.
-¿Que se te ofrecé? preguntó con una voz leve.
-Necesito salvar a mi hermano. Esta muriendose y daría cualquier cosa para que se recuperara. No puedo dejar que muera.
-Necesito que lo traigas. No puedo saber en que condiciones esta hasta verlo con mis propios ojos.
A las pocas horas, la joven pudo inspeccionar al niño, y ver que realmente su corazón era muy debil para aguantar el frio, y que probablemente moriría en poco tiempo.
-Necesita un corazón nuevo. No va a sobrevivir si tiene ese.
-Como voy a conseguir un corazón nuevo?! Somos pobres, no tengo para pagarlo.
-Tengo algo para tí.
La jovén fue a un gran cajon helado que se encontraba en el fondo de la carpa, y sacó unas peqeñas bolsitas que contenían peqeños corazones helados.
-Corazónes en hielo. Clásico. Aquí guardo los corazones sanos, se conservan muy bien. Verás, cuando la gente murió por el frio, los trajeron a inspeccionar aqui, y me dejaron salvar a los corazones que podrían volver a servir.
-Y eso como va a ayudar a mi hermano? Dijo Zyanya sosteníendo una de las bolsitas rojas en sus manos. Estan helados, como podrá eso salvarlo?
-No sería para el, serían para ti.
La jovén la miró perpleja.
-A tu hermano le daría tu corazón, un corazón fuerte, un corazón que durará por lo menos un poco mas que estos o el de el. Yo, a cambío, te daría uno helado, que durará pues.. No sabría decirte cuanto tiempo.
Zyanya se quedó pensando. Daría su vida para salvar a la de su hermano.
-Bien. Lo haré. Cual es tu precio?
-Te obsequiaré lo que te quede de vida en libertad, date una vuelta de vez en cuando para checar tu corazón helado, darle mantenimiento, etc. Cuando mueras, tu alma será mía.
-Mi alma! Como vas a guardar mi alma?
La joven le enseño un cajon con unos botes pequeños llenos de peqeños gases de colores.
-Ves eso? Son las almas de la gente a la que he ayudado. Estas, se quedan aqui, y asi no son desperidiciadas. A veces las uso para salvar a otras personas, o simplemente para llegar a aprender cosas inimaginables. No sabes todo lo que ha vivido otra gente. Es, curioso.
Zyanya pensó un momento. Estaba algo nerviosa, y tenía miedo.
-Lo haré. Es un trato.
El transplante dio resultado. El pequeño, que ya se encontraba debil, se encontro con vida de nuevo. Era como si su espiritu se hubiera renovado, y como si estuviera viviendo otra vez.
En cambio, Zyanya estaba completamente diferente a lo que ella era antes. El espiritú soleado que rodeaba a toda la villa Sol, el espiritú de ayuda, la mente positiva, se había ido. Ahora solo quedaba un cuerpo adolorido, sin vida.
Pasaron 10 años, y finalmente llego el día. El corazón de Zyanya aún estaba helado, y ella creía que era tiempo de que ya no quería vivir.
Un día, en el que su hermano había salido al pueblo con una prima cercana, dejo a Zyanya sola en su casa, acostada. Esta, ya no podía mas. Le habían arrebatado su vida, su luz. Agarró un lapiz, el mas grande que encontro, y empezó a escribir una frase en su pared. Terminó, se recostó en su cama, y cerró levemente sus ojos.
Su hermano al llegar, se quedó sorprendido al ver lo escritó en la pared del cuarto de Zyanya, y al ver a su hermana, dormida, con una sonrisa en la cara. Al ver si estaba despierta, y al ver que no respondia, el supo que había llegado la hora.
"Darse por vencido no significa siempre que eres debil; la mayoria de las veces significa que eres lo suficientemente fuerte como para dejar ir. Quiero que aprecies tu vida mas que a nada en el mundo, siempre estare contigo, pase lo que pase. Ya no puedo vivir asi, mi cuerpo es debil, y mi alma llora cada vez que tengo que dar una mirada. Quiero que tengas una buena vida, y que la disfrutes y aprobeches mucho mas de lo que yo lo hize. Gracias, hermanito, por enseñarme lo que uno puede llegar a hacer por amor."
"Darse por vencido no significa siempre que eres debil; la mayoria de las veces significa que eres lo suficientemente fuerte como para dejar ir"
ResponderEliminarwow. !Qué profundo y real!
Los hermanos son una bendición y nuestra responsabilidad es preservar su felicidad SIEMPRE cueste lo que cueste.
Que maravilloso que basaste tu historia en eso.
Hermoso nombre btw ;)
Es raro que una person haga cosas tan grandes por amor.. y más en estos tiempos de corrupción, inseguirdad, intolerancia que vivimos en nuestra sociedad actualmente, pero te puedo decir a ti mi mejor amiga que yo haría exactamente lo mismo por ti. Ahora hay muy pocas personas con valor, pero me alegra poder saber que sigo contando con esa chava tan buena onda que siempre va a tener una sonrisa para mí. Gracias, gracias por la creación de esos cuentos que todavía a algunas personas nos siguen dando esa pequeña ilusión de que esa clase de gente "heroica" aún sigue existiendo, y tú eres muy valiente al darnos esa esperanza .. por que .. si tu quieres tu puedes... gracias.. por seguir dándonos esa dicha de poder imaginar, soñar y ese gran regalo de la lectura. gracias.
ResponderEliminarEsta hermoso lo que acabas de escribir la verdad yo soy de las personas que de plano no les gusta leer, pero esta historia me dejo con ganas de mas, de ver que mas escribes, y es cierto que uno da todo por sus hermanos yo tambien daria hasta la vida o mas por ellos.
ResponderEliminarY opino lo mismo hermoso nombre :)
Esto tenía muy preocupada a la villa, y mucha gente se empezaba a enfermar de los pulmones ya que NO estaban acostumbrados al SOL, e incluso muchos murieron
ResponderEliminarcreo que aquí te confundiste un poco, creo que a lo que no estában acostumbrados era a la nieve, me equivoco?
dejando aparte eso, ¡me encantó!