CHICOS! NECESITO COMENTARIOS, QUIERO METER ESTE CUENTO A UN CONCURSO! PORFAVOR, COMENTEN! GRACIAS =)
Un deseo suicida.
Desde días atrás tuve el presentimiento que algo malo iba a pasar. Has tenido ese sentimiento? De esos días en los que la fe se consumé, y la desesperación hierve dentro de tí. Que, al caminar por la calle, te das cuenta de como todos simulan ser mas felices que tu. Que todos viven su vida al máximo, haciendo lo que les gusta, pasando tiempo con sus seres queridos. Y tu? Nada. Cada día te levantas pensando que estas haciendo aquí, viviendo el melodrama de toda chica de 17 años. El día a día se te hace eterno, y deseas, con todas tus fuerzas, que llegue el final eterno en el que el sol amanezca pero que tu no tengas que despertar.
Hoy tuvimos una fiesta en donde celebramos que mi papá finalmente, después de varios años de arduo trabajo y dedicación, pudo abrir sus nuevas oficinas para su negocio, el cuál lo tiene desde que era jovén. Gente del trabajo, familia, amigos, trabajadores. Todos iban a estar ahí. De lo mas formal posible, nadie podía faltar. Iba a ser como esos bailes que hacían tiempos atras, en donde la realeza se juntaba y se burlaba de la sociedad. Yo no me imaginaba en algo así. Me imaginaba probablemente como una de las sirvientas de aquellos bailes, los cuáles vivían a la sombra de los demás, y se escondían en la soledad después de haber trabajado hasta el amanecer.
Son las ocho de la mañana, Las luces de mi cuarto estan apagadas, y de mi ventana solamente se ve una pequeña linea de luz en la avertura de la cortina. De repente, hay un destello de luz enorme que llena la habitación. Gritos de mi madre, gritos de mi padre, que gran manera de empezar el día. Es tan tarde, todos van a estar esperandonos. Eres una tona, por tu culpa vamos a llegar tarde a la inauguración. Gracias, eh? Era lo único que podía escuchar de mi mamá. Solamente estaba ahí, parada. Sonriendo.
La bañera creo yo, fue el lugar mas tranquilo que pude encontrar en mi casa. Era el único lugar en donde me podía quedar totalmente sola, en donde nadie pudiera molestarme y en donde podría tener almenos un poco de paz. Entre el vapor del agua caliente y mis lágrimas heladas, parecían como si cubitos de hielo bajaran por mi cara y cuando caían, se oía como se rompían en pequeños pedazitos de cristal. Me senté en el piso, y el agua caía por todo mi cuerpo. Se sentía como agua acida, logrando desintegrarme.
Llegamos, y mi mamá tenía razon, mucha gente ya había llegado.Gracias al cielo, mis sobrinitos habían llegado. Son dos soles que alegrában mi vida. Tan jóvenes, tan sinceros, tan inocentes. Extraño eso. El tiempo en donde no te tenías que preocupar por reprobar aquel examén de matemáticas, en donde no te preocupabas ni por seguridad, ni por malas influencias, decepciones, amoríos que no pudieron ser. El único problema que se tenía en esa época que colores ibas a usar para pintar tu librito para colorear, o simplemente, cuando iba a ser la hora de dormir.
Jugue con mis sobrinos, abracé a la abuela. Ya la extrañaba. Les enseñe a todos los cuadros que había hecho para las oficinas. Siete cuadros de diferentes tamaños fueron colocados en cada una de las habitaciónes. Unos grandes, unos pequeños. La mayoría quedó maravillada. Siguiendo en la velada, casí me resvalo por las escaleras ya que era la primera vez que usaba zapatos altos, ya como una señorita. Inclusó en ese momento, seguí sonriendo, fingiendo que no pasaba nada.
Estaba anocheciendo, y el clima se volvía cada vez mas frío. La gente empezaba a irse, el lugar empezaba a verse vacío, y yo también. Mi sonrisa empezó a desvanecerse.
Ya en la noche, mis padres y la gente que quedaba de la fiesta se metieron a las oficinas porque el clima se había vuelto demasiado frio para ellos. Me quedé afuera, en la terraza, viendo a la luna nueva salir. Era hermosa. La velada estaba perfecta. Inmóvil. Callada. Sola.
Llamé a mi mejor amiga. Me había mandado un mensaje mas temprano diciendo que había tenido un día horrible, y no se lo había podido contestar hasta desocuparme. Quería hacerla sonreír, aunque fuera un rato.
Al hablar con ella, me iba acercando cada vez un poco mas a la terraza, fijando mi vista para abajo.
- Sabes, la vista de aquí esta muy linda Seguía riendose, evitando el tema.
- Sabes, si yo planeará saltar en este preciso momento, que pasaría?
Se quedó callada, y un silencio incómodo se presentó.
-Bueno, pienso que mucha gente estaría triste. Incluyendome. No se que sería mi vida sin ti.
- Es bueno saber eso. Lo dije sin pensar. Me tengo que ir. Te quiero, no me olvides.
Colgué. Me subí al barandal que tenía la terraza. Sabía que lo que iba a hacer no tenía marcha atrás. No me importó.
Awwwww me gusto!! sesta super bonita la historia!!!! :'D yo digo que lo metas al concuerso :B
ResponderEliminar-Susy! :)